¿Cómo afrontar el estrés?

Desde Francisco Olmos Fernandez Corugedo comentamos hoy la importancia de saber afrontar el estrés de la vida diaria.
La vida cotidiana de cada uno de nosotros tiene su aspecto estresante. El trabajo, los estudios, la casa, la familia, la pareja, otras responsabilidades… Cada vida tiene muchos aspectos y responsabilidades que abarcar. Es normal que notes el estrés. Más aún si a eso añadimos algunas dificultades particulares de algún ámbito, como dificultades en el trabajo, un jefe exigente, problemas de pareja…
Y entre todo eso hay que encontrar un hueco para uno mismo, y hacer que este espacio sea respetado por los demás. No es nada fácil.
Desgraciadamente en un post es imposible solucionar este tipo de problemas, ya que depende de muchas variables propias de la situación de cada uno. Sin embargo, sí, Francisco Olmos Fernandez Corugedo puede contaros algunas técnicas para afrontar el estrés.
A muchos les han ayudado.
Relajación
A muchos les puede parecer una pérdida de tiempo, pero no lo es. Es una inversión del tiempo. No se trata de estar un tiempo sentado en el sofá sin hacer nada y decir “me estoy relajando”. No. Existen técnicas de relajación guiada, que son muy fáciles de encontrar en Internet, donde hay que seguir lo que dice la voz grabada. Es un trabajo, una relajación activa. Se trata de darse cuenta de la cantidad de músculos que tenemos tensados. Al fijarse en ello y centrar toda la atención de un momento en relajar cada uno de ellos por separado, nos daremos cuenta del resultado. Te animo a que busques una relajación guiada que te guste, tanto por la forma de hablar de la persona, por la música, como por la duración. Si tu primera impresión no es del todo positiva, busca otro audio. Merece la pena probar varios, por tu bienestar psicológico.
Respiraciones abdominales
Respirar bien es una habilidad que se entrena. Sí, todos los humanos vivos respiramos, sí. Sin embargo respirar, respirar bien y respirar a conciencia para tranquilizarte, son cosas muy distintas. Incluso ahora, mientras estás leyendo esto, en la siguiente inspiración, fijate si se te hinchan los pulmones y se te abre el pecho, si el aire llega hasta la barriga o si no pasa ninguna de estas dos cosas. Te explico como hacer una respiración abdominal. Lo mejor es que te tumbes. Sería muy práctico si tuvieras un libro a mano. Cuando te tumbes pones el libro en tu barriga (si no tienes ningún libro pon tu mano) y a la hora de inspirar el aire haz que se levante el libro. Observalo. No te preocupes si no sale a la primera, a veces cuesta un poco. Intentalo. Centrate en que el aire llene tu barriga. Después de unas cuantas repeticiones, siéntate lentamente y unos instantes después levántate con cuidado. A veces te puedes marear. No pasa nada, es porque has hecho llegar mucho más oxígeno a tu cuerpo. ¿A que te notas más relajado? Cuando ya lo domines, verás que serás capaz de hacerlo en cualquier lado, en cualquier postura y sin ningún libro.
Organización de tiempo y espacio
Otra cosa que te puede parecer una pérdida de tiempo, o incluso una responsabilidad extra. También es una inversión. Si no tienes posibilidades de hacerlo solo, busca ayuda. Tener la casa/ oficina ordenada ayuda a no sentirte tan agobiado, con tanta carga. No es lo mismo tener 100 papeles tirados por el suelo que una pila ordenada de 100 papeles. ¿Ves por donde voy? Lo mismo pasa con el tiempo. El día tiene solo 24 horas y nadie lo puede cambiar. Sin embargo, puedes organizar esas horas y no tener la sensación de pérdida de tiempo. Analiza bien las actividades que haces a diario, mira a ver si cambiando el orden, o la forma de hacerlo, se puede optimizar el tiempo. A lo mejor si planeas bien la compra, y vas al supermercado solo una vez a la semana, te ahorras los pequeños “me falta… voy un momento a comprar”. ¿Sabes cuánto tiempo le dedicas?
Hacer deporte
Sí, eso sí que es añadir una actividad a una agenda sin huecos. Pues hay que encontrar ese hueco. Aunque sean 30 min cada dos días, notarás la diferencia. Da lo mismo si es salir a caminar, a correr, ir a una clase dirigida o apuntarte al gimnasio. Mientras haces deporte tu cuerpo genera endorfina, que es un sustancia que genera el cerebro que produce una sensación de bienestar y placer. Esa sensación que se nos queda al terminar de hacer deporte, motiva a hacer más cosas. Sí, inviertes tiempo, le “quitas” a otra actividad, pero le sumas a tu bienestar y aumentan las ganas de hacer todo lo demás que te queda por hacer durante el día.
Listado de prioridades
Es cierto que esto no le sirve a todo el mundo. A muchos sí. Te propongo que pruebes de qué grupo eres. Sabes que tienes mil cosas por hacer. Apuntalas todas en una hoja o libreta. Ordénalas por prioridad. A lo largo del día te irás acordando de más cosas. Añadelas a la lista. Cada cosa que hagas, tachala. ¿Para qué? De esta manera no tienes que gastar los recursos mentales en acordarte de todo lo que tienes que hacer - lo tienes apuntado, a la hoja no se le olvida, y ves el progreso de lo que hagas. A veces una lista muy larga asusta mucho. En estos casos dividela por categorías o por días. Apunta lo que obligatoriamente tienes que hacer hoy. Sí o sí y debajo, lo que estaría bien, pero no se acabará el mundo si no lo haces.
Todo eso son solo unas pistas, intenta alguna de ellas, o varias, a ver si te ayuda a gestionar el estrés del día a día. Si te queda alguna duda, Francisco Olmos Fernandez Corugedo te la resolverá gustosamente.